Deportes Escuchar artículo

El Club San Vicente celebra 84 años con obras, sueños y una pasión que no se detiene

El club de Sargento Cabral y Vélez Sarsfield conmemoró un nuevo aniversario marcado por el crecimiento deportivo, el compromiso colectivo y una fuerte identidad comunitaria.

El Club San Vicente celebra 84 años con obras, sueños y una pasión que no se detiene

El club de Sargento Cabral y Vélez Sarsfield conmemoró un nuevo aniversario marcado por el crecimiento deportivo, el compromiso colectivo y una fuerte identidad comunitaria.

San Vicente vive uno de los momentos más vibrantes de su historia. Este 20 de abril, el club ubicado en Sargento Cabral y Vélez Sarsfield celebró sus 84 años de trayectoria con un presente repleto de desafíos cumplidos y una comunidad que respira básquet desde el alma. La institución festejó su aniversario en medio de un intenso proceso de fortalecimiento tanto en lo deportivo como en lo institucional, con obras concretas, equipos en plena competencia y una base social cada vez más activa.

Desde la dirigencia encabezada por Fernando Rochaix hasta los padres que integran subcomisiones, todos comparten un mismo espíritu: el de sumar, crecer y dejar huella. Uno de los avances más destacados es la construcción de un albergue completamente equipado —capaz de alojar al menos a 20 personas—, que incluye cocina, baño y heladera, y que será inaugurado oficialmente en el marco de este aniversario.

Además, se realizaron mejoras en la cancha, como la instalación de nuevas luces y diversas refacciones de infraestructura, muchas veces invisibles pero esenciales. Este avance ha sido posible gracias al acompañamiento de vecinos, comercios e industrias locales, que apuestan al proyecto y confían en su proyección.

Uno de los motores fundamentales del club es su semillero: hoy, más de 200 chicos forman parte de la familia de San Vicente, compitiendo en ligas provinciales y en el tradicional Torneo Asociativo. La demanda es tal que las instalaciones ya comienzan a quedar chicas, un síntoma de crecimiento que se celebra y desafía por igual.

El sentido de pertenencia se respira en cada rincón del club. Muchos de los actuales referentes crecieron en sus pasillos y hoy transmiten esa historia a las nuevas generaciones. La meta compartida: escribir nuevas páginas gloriosas en el básquet local y regional, sin apurarse, pero sin detenerse. La prioridad está clara: formar, sostener y potenciar a los jóvenes talentos que ya muestran proyección.

La comunidad de San Vicente no solo mira hacia atrás con orgullo, sino también hacia adelante con visión. El club continúa su marcha con pasos firmes, decidido a seguir siendo un faro de identidad y desarrollo para toda la ciudad.

Volver arriba