Palmesano celebra 34 años
Osvaldo Palmesano repasó las décadas de trabajo que forjaron la identidad de una firma clave para la economía regional, con más de 200 empleos directos y un legado familiar en construcción.
A 34 años de su fundación, la empresa Palmesano no solo representa una historia de desarrollo empresarial, sino también un testimonio de perseverancia. En un emotivo repaso, Osvaldo Palmesano, su fundador, reflexionó sobre los comienzos desde cero, las duras crisis atravesadas y la responsabilidad social que hoy implica sostener una estructura con más de 200 empleados.
El empresario, que actualmente tiene 64 años, subrayó que nada fue producto del azar. La planificación, el esfuerzo constante y una apuesta permanente al crecimiento marcaron cada etapa del camino. No obstante, no todo fue lineal: recordó momentos críticos en los que la empresa estuvo al borde de cerrar, como en los años 1998 a 2000, y también durante períodos recientes de alta inestabilidad económica. En esos tramos difíciles, la presión financiera y la falta de respaldo bancario estuvieron a punto de quebrar el sueño que había construido.
Con honestidad, Palmesano compartió también los desafíos personales que implica sostener una pyme en Argentina: el desgaste emocional, la falta de reconocimiento del sistema financiero y la necesidad de preservarse frente a un entorno exigente. Pese a ello, sostuvo que el presente lo encuentra más sereno, acompañado por sus hijos en la gestión y con el deseo profundo de que la empresa continúe más allá de su figura.
La visión de futuro está clara: que la firma mantenga su compromiso con la comunidad, siga generando empleo y honre su origen familiar. “Esto no nació de la nada”, remarcó. Fue la consecuencia de un recorrido marcado por sacrificios y decisiones audaces.
